Es de noche, hay poca luz en el barrio, allá en la esquina de enfrente, a lo lejos, hay alguien sentado en la puerta de su casa mirando cómo caminan los que caminan.
Estoy en el auto, el auto está estacionado cerca de la casa de mi abuela, no me acuerdo cuántos años tengo, me acuerdo que la estoy esperando a mamá, bajó a dejar algo, una revista, lana para hacer un sweater, un sweater para destejer y tejer una bufanda, una ensaladera vacía y limpia, frascos de vidrio para un dulce de higos, ya está por volver, pero todavía no llega.
Me da tiempo para poder escuchar la radio y lo que escucho me eriza la piel hasta que me da un escalofrío de miedo en la espalda, tengo esa sensación todavía, algo espeluznante surge y te toca y ahí estás vos, sin saber qué te llevó a sentir lo que te pasa. Me acuerdo que pensé en bajar, que pensé en no bajar, me acuerdo que me quedé solo con esa sensación, me acuerdo que estoy mirando la guantera del auto, que veo mis piernas y las zapatillas, que pienso que no puedo entender bien qué pasó, qué escuché, por qué sentí miedo, me acuerdo que después pasan Thriller y un poco mejora la cosa, se aflojan los músculos de la cara, mamá vuelve y nos vamos a casa.
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