2 de julio de 2009

El Niño Anguila

Hace un tiempo caminaba por Avenidas, cuando el hueco entre la ventana y el piso distaba poco de ser la puerta preferida del viento, cuando encontrar Los Nibelungos no era fantástico por la traducción sino por el dibujo de la portada, de lejos veo un libro que decía El Niño y la Alegría, entonces me lo llevo.
Lo vuelvo a ver en casa y decía El Mito y la Alegría, bueno, pensé, igual me lo quedo.
Hice algunas cosas y con el rabillo del ojo veo que dice El Niño y la Alergia.
Lo perdí de rastro al libro y ahora me pregunto qué dirá. Lo que me imagino no lo puedo dibujar.

2 comentarios:

Joaco2021 dijo...

Wop! Creí que había un solo libro de esos...Cuando era joven, mientras caminaba por el Puente de Madera de mi barrio, el barrio de la abuela, bah! Vi caído el libro "La Calidad Resiste", como siempre me intereso el tema de la mercadotecnia, lo guardé en el bolso y se lo mostré a Carlos, contandole el hallazgo, al sacarlo decía "La Realidad no Existe", no busque mas, acostumbado a las cosas de mediums y parecidas, un dia que iba a lo de Doritila (éramos solteros aun) lo deje en el mismo lugar que lo encontré. Hoy veo a veces, en otros suelos y en otras vitrinas, un mismo libro, que cambia la tapa cuando lo leo, mostr{andome la misma tapa "La Vida te Embiste", como ya se el final...lo dejo pasar. (Tampoco sé muy bien si no es {el que me deja pasar a mi)

Flavio dijo...

Hace como unos tres o cuatro años tuve la suerte de escuchar ese cuento del tiburón anciano que vivía siempre muy cerca de los abismos marinos, donde raras veces llega la luz.
Lo que mejor recuerdo es que decían que el tiburón solamente había tenido un libro en toda su vida, y que lo leía una o dos veces por año, siempre lo retomaba y releía, a lo largo de toda su vida.
Esta costumbre le hizo dar cuenta, una vez, que al releer cada vez la misma historia, lo que más leía era la suya propia.