2 de noviembre de 2009
Torrente
Cuando era chico esta sensación era una pesadilla, me despertaba transpirado, gritando por mi mamá. Ahora la tengo de vez en cuando despierto, es la misma, algo se desencadena sin pausa pero con espantosas consecuencias, un ritmo del que no puedo escapar, una ola, o una caída, una ficha del dominó, un efecto en cadena. Es la cafeína.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No abandones escribir. No abandones el estilo: libre, fresco.
Publicar un comentario