31 de agosto de 2008

anatómico

Los músculos tensos se rajan, el sonido pasa de mono a stereo sucesiva e ininterrumpidamente, de repente para, la atención pasa a los dedos.

27 de agosto de 2008

noche

Desde la periferia de las emociones avanza una imagen, irrumpe la escena en el umbral del sueño y la vigilia, es el inicio del insomnio.

25 de agosto de 2008

señora

Un pelaje espeso, la espalda tupida de algo que en algún momento crecía y se llenaba de barro porque sabía sacudirse violentamente para secarse, ahora es cómodo, dependiente, su mayor travesía le hace rozar el suelo camino a la tintorería.

17 de agosto de 2008

pájaro

Mil agujas le queman las alas si no se mantiene quieto, y está inmóvil, es la presa de un arbusto de espinas y sabe, aunque sea tan chico todavía, que la única forma de escaparse de ahí es sangrando.

15 de agosto de 2008

sean bienvenidos

Están llegando muchos personajes, en la costa con Nata aparecieron los Waltmans, siempre en grupo, con los dientes al aire, saltando, brincando contentos. En el baño del jardín, casi como una polución creció esa nena de cabellos de árbol y pollera. Simu vino también, contando la historia del planeta del Gran Lux Luxis, emocionándose en pleno relato del encuentro. Anoche se presentó Malfredo, todo de negro de grafito, intentando ponerse un casco para flotar en el espacio, también está por ahí la mona Molly, cuando vayan perdiendo el pudor y empiecen a relacionarse van a salir a tomar algo fresco, seguramente.

orlando















Atravezó siglos de amor y desencuentro, volvió a la encina, cambió cientos de veces sus muebles y amistades, lo encontró y al mismo tiempo lo perdió todo. Sería bueno releerlo.

13 de agosto de 2008

marea

Hoy las olas llegan lentas a la playa, en silencio, llegan tibias a la arena. La sandalia es una almendra, tres cangrejos se ventilan mientras leen las noticias, la revista y Sidney Sheldon, se sorprenden, se confunden, se comentan, se comparten, se responden, se entrometen mutuamente. Sube el sol mojando el agua, se iluminan las gaviotas, ahora el viento es remolino en cucarachas inocentes, se adormecen las pisadas, suenan roces en las ramas y un motor se apaga lejos, amanece lenta, lentamente.

cantares

sí hay muchas formas de poesía
y una es cuando linda emana sutilmente
una corriente calma que influye bondadosa el ánimo
que se propaga mansamente verdadera
y sería bueno decir que eternamente.

entre las palabras y las cosas

Entre las palabras y las cosas hay distancia, no sé muy bien qué es lo que se anida en ese espacio, pero sin duda es algo neblinoso, turbio, el origen del desentendimiento. Una especie de brea y bichos de diversos materiales se van transformando, creciendo y mutando en una planicie vasta que reconocen como propia, entonces juegan, crecen, se reproducen y multimplican las sombras entre ellos y todo sin ningún intento de malicia, simplemente sucede, se dispersa, flota el umbral entre lo que decimos y lo que creemos entender.
Y en este paisaje todo puede suceder, materia oscura, polvo del desconcierto y el entendimiento también, cuando el ánimo borra metros y kilómetros de médanos para que todo sea cristalino, luminoso, cercano y entendible.

12 de agosto de 2008

hotel

sensación

Caminás mirándote los pies sabiendo que este no es el lugar, vas al desencuentro medio cansado, medio perdido y por compañía, la desazón, después sigo decís, pero no parás de estar quieto.

11 de agosto de 2008

caminalo

Buscá algún lugar claro, desmalezá rincones baldíos, cambiá el cauce de los ríos, mové con vientos los médanos, despeinalo, emparejalo, desordenalo de nuevo, tomá un lindo paseo, recorré.

8 de agosto de 2008

7 de agosto de 2008

lindo

Se despertó con un ánimo silvestre, sabiendo que nada podía ser de otra forma, una sensación mucho más primitiva, más cierta sobre la forma de quedarse flotando en el presente.

6 de agosto de 2008

1 de agosto de 2008

en el piso de arriba

La púa fina de la bandeja, estar tirado entre almohadones de colores sobre la alfombra azul, mirar las tapas de los discos, elegir uno y escucharlo, mirar cómo se bate la cortina con el aire del patio, allá arriba, que viene de atrás del árbol de moras, pasando el piso angosto del paredón, flotando con calma, sereno.